Soy Antonio Rodas, abogado penalista con especialización en asuntos relacionados con el delito de tráfico de drogas, y estoy aquí para ayudarte a alcanzar el mejor resultado posible para tu caso.
Comprendo lo desafiante que puede ser enfrentar un proceso penal por delitos de tráfico de drogas, ya que las implicaciones legales pueden ser significativas y repercutir en varios aspectos de tu vida, desde las relaciones personales hasta la estabilidad personal y legal. Sin embargo, no tienes que afrontarlo solo. Como un abogado experto en este campo, cuento con el conocimiento necesario para proteger tus derechos y buscar la mejor solución para tu caso. Mi objetivo es brindarte apoyo y orientación legal en todo el proceso, para que te sientas respaldado y puedas tomar decisiones fundamentadas en cada etapa del procedimiento penal.
Antes de adentrarnos en los casos relacionados con las drogas, es esencial comprender la trascendencia de este delito contra la salud pública. La persecución de los delitos de tráfico de drogas no solo se dirige a sancionar a quienes están involucrados en actividades ilícitas, sino que también busca salvaguardar dos bienes jurídicos: el orden social y la salud pública.
El concepto de salud pública se refiere a la preservación y promoción de la salud de la población en general. Implica la adopción de medidas y regulaciones para prevenir, controlar y eliminar la propagación de enfermedades relacionadas con el consumo de drogas, así como promover prácticas y comportamientos saludables.
Por otro lado, el orden social se refiere al conjunto de normas y principios que rigen la convivencia y la armonía dentro de una sociedad. En el contexto de los delitos de tráfico de drogas, el orden social implica mantener el control sobre la distribución y el consumo de sustancias ilegales para prevenir la desestabilización de la comunidad y salvaguardar la seguridad pública.
La persecución de los delitos de tráfico de drogas busca, por lo tanto, proteger tanto la salud pública como el orden social, garantizando así la salud y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Los delitos de drogas son aquellos en los que un individuo se involucra en la producción, distribución, venta, transporte o posesión ilegal de sustancias controladas. Estos delitos son de diferente gravedad según el daño que provoquen a la salud pública.
Estos delitos involucran la participación en el mercado ilícito de drogas, con el objetivo de obtener beneficios económicos a expensas de la salud y seguridad de la sociedad. Las sustancias controladas están reguladas por la legislación y su posesión o distribución sin autorización legal constituye un delito.
Los delitos de tráfico de drogas se encuentran recogidos en el Código Penal, en concreto en el Título XVII sobre los delitos contra la seguridad colectiva, cuyo capitulo III engloba los delitos contra la salud pública (artículos 359 a 378).
La defensa legal en casos relacionados con el tráfico de drogas requiere un conocimiento profundo de la legislación y jurisprudencia específicas que rodean este tipo de delitos. Además, debido a la complejidad de las investigaciones y sus implicaciones legales, es esencial contar con un abogado especializado en tráfico de drogas.
En estos casos, la elección de un abogado adecuado puede marcar la diferencia entre un resultado favorable o desfavorable. Contar con un abogado especialista en delitos de tráfico de drogas te garantiza el mejor resultado posible. Como abogado penalista, me he preparado para proporcionar una sólida defensa de tus intereses en la vía penal.
La posesión de drogas por sí sola no es considerada un delito, a menos que esté relacionada con su venta ilegal. La Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana establece sanciones administrativas de importancia, con multas que oscilan entre 601 y 30.000 euros en los siguientes casos:
Por tanto, para que se supere la vía administrativa y pase a tratarse de un tema penal, las sustancias ilícitas en posesión deben superar las cantidades máximas establecidas para el autoconsumo, así como acreditarse la existencia de un animo de traficar con ellas. Las cantidades a partir de las cuales se superan los limites de autoconsumo y pasan a establecerse como tenencia ilícita son las siguientes:
Por otro lado, como queda determinado en el artículo 368 del Código Penal, es necesario probar el animo de tráficar a través de elementos como el cultivo, la elaboración, el tráfico de la mercancía, su promoción o su posesión con fines de tráfico. Esto puede llevarse a cabo a través de pruebas directas o indirectas, siendo este un delito de mera actividad, es decir, solo con realizar la acción ya se comete el delito.
Enfrentarse a un delito de tráfico de drogas conlleva penas importantes que pueden llegar hasta los 18 años de prisión si se comete en el ámbito de una organización criminal. La pena a imponer dependera de factores como el tipo de sustancia, los lugares y personas a los que se vende o si se han producido alteraciones. Así, en el caso de sustancias que no producen daños graves como el cannabis, la pena puede reducirse hasta 6 meses o 1 año de prisión, mientras que en el caso de las drogas que producen daños graves, las pena puede situarse en los 9 años de prisión.
Dada la gravedad de las penas contempladas, resulta fundamental contar con un abogado penalista especializado en tráfico de drogas, pues son procedimientos de una gran complejidad, con graves consecuencias para todo aquel que resulte implicado.
Se realizan análisis químicos para determinar la composición de las sustancias incautadas.
Seguimiento de personas involucradas y vigilancia de lugares de interés.
Las declaraciones de testigos pueden ser fundamentales para establecer los hechos.
Documentos relacionados con la adquisición, venta o distribución de sustancias controladas pueden ser utilizados como pruebas.
La pureza, cantidad y variedad de la droga, la tenencia de materiales para su elaboración o comercialización, inexistencia de drogodependencia del encausado, o la existencia de signos externos de riqueza injustificados.