Soy Antonio Rodas, y como abogado penalista especializado en delitos sexuales, puedo ayudarte a conseguir el mejor resultado posible en tu caso.
Sé lo duro que es enfrentarse a un proceso penal por un delito sexual. Las consecuencias pueden ser graves y afectar a todos los aspectos de tu vida, desde tus relaciones personales hasta tu carrera profesional.
Sin embargo, no tienes por qué enfrentarte a esto en solitario. Como experto en este campo del derecho penal, tengo la experiencia y conocimientos necesarios para defender tus derechos y luchar por la mejor resolución de tu caso
Antes de tratar los delitos sexuales, es necesario abordar el concepto libertad sexual, pues es lo que se pretende proteger con los delitos sexuales.
La libertad sexual engloba el derecho de las personas a expresar su sexualidad y a participar en actividades sexuales consentidas sin temor a críticas o represalias. Esto incluye el derecho a mantener relaciones sexuales con quien elijan, independientemente de su género u orientación sexual, y a hacerlo sin sufrir violencia ni coacción.
En esencia, la libertad sexual trata de reconocer la autonomía de las personas para tomar sus propias decisiones sobre su vida sexual. Protege, por tanto, la integridad sexual.
Los delitos sexuales son aquellos en los que a través de conducta sexual inapropiada o no consensuada, un individuo atenta contra la libertad sexual de otra persona. Se trata de delitos de diferente gravedad, en los que se daña la integridad sexual.
Estos delitos implican la falta de consentimiento de una persona para un encuentro o relación sexual. Además, los delitos sexuales pueden incluir la explotación de personas vulnerables, como menores de edad o personas con discapacidad. Por lo general, el consentimiento de las personas vulnerables no se considera válido en el Código Penal.
Los delitos sexuales se encuentran recogidos en el Título VIII del Código Penal, “Delitos contra la libertad sexual” (artículos 178 a 194 bis)
Los delitos contra la libertad sexual son casos complejos que requieren de un profundo conocimiento de la legislación y jurisprudencia. Cuando te ves envuelto en este tipo de casos hay mucho en juego, y el resultado suele depender de la capacidad del abogado para encontrar detalles determinantes para su resolución.
Contar con un abogado especialista en delitos sexuales te garantiza el mejor resultado posible. Como abogado penalista, me he preparado para proporcionar una sólida defensa de tus intereses en la vía penal.
El Código Penal recoge una amplia variedad de conductas consideradas delitos sexuales. Es fundamental conocer cuáles son los diferentes tipos de delitos sexuales, ya que esto nos permite entender la gravedad de estas conductas y las consecuencias legales que se les impone a quienes las cometen.
Se considera agresión sexual todo acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. Además, siempre se consideran como tales todos aquellos actos sexuales que se realicen mediante el uso de violencia, intimidación o cualquier otro medio que anule o limite la capacidad de resistencia de la víctima.
Se encuentra regulado en el artículo 178 del Código Penal. La pena del tipo básico varía entre 1 y 4 años. Sin embargo, en función de las circunstancias, se podrán imponer penas agravadas con una duración superior.
Esta figura ha sido eliminada por la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre (Ley Solo sí es sí), integrándose dentro de la agresión sexual. Sin embargo, con anterioridad a esta reforma, se entendía por abuso sexual aquella conducta de carácter sexual que se realice con una persona sin su consentimiento, y sin que medie violencia o intimidación.
Se contemplaba en el artículo 181 del Código Penal. La pena del tipo básico variaba entre 1 y 3 años de prisión, aunque en función de las circunstancias podría imponerse la pena agravada, con una duración superior.
Consiste en solicitar favores sexuales en el ámbito de una relación laboral, docente, de prestación de servicios o similares de forma reiterada o mantenida en el tiempo. Este comportamiento debe provocar en la víctima una situacion objetiva de intimidación o humillación.
Este delito se encuentra recogido en el artículo 184 del Código Penal. La pena puede ir desde los 6 a 12 meses de prisión, aunque puede imponerse una pena agravada en casos como los de grooming.
Esta figura penal se refiere a la conducta de exhibirse públicamente de forma obscena, especialmente ante menores de edad o personas discapacitadas.
Se regula en el artículo 185 del Código Penal. La pena de prisión oscila entre los seis meses y un año de prisión.
Este delito consiste en la distribución, difusión, venta o exhibición de material pornográfico en el que participen menores de edad o personas discapacitadas.
Este delito se encuentra contemplado en el artículo 186 del Código Penal. La pena varía en función de la gravedad de los hechos, yendo de 6 meses a un año de prisión.
En el caso de los productores del material pornográfico, la pena se encuentra recogida en el artículo 189 y oscila entre 1 y 9 años, pudiendo incrementarse en función de los agravantes.
En el Código Penal español se castiga la explotación sexual de una persona, especialmente de mujeres, mediante la figura de la prostitución. También se considera delito la trata de personas con fines de explotación sexual.
Se encuentra regulado en el artículo 187 del Código Penal. La pena puede ir desde los 2 a los 5 años de prisión, pudiendo incrementarse hasta los 12 años según los agravantes.
En el caso de que este delito se cometa contra menores de edad o discapacitados, hay que acudir al artículo 188 del Código Penal, que fija una pena de hasta 2 a 10 años, pudiendo incrementarse en el caso de que concurran agravantes.
Cometer un delito sexual conlleva importantes penas de prisión, además de un gran impacto social y laboral. Una persona condenada por este tipo de delitos, contará con antecedentes penales durante varios años, lo que le impedirá el acceso a oportunidades de desarrollo personal y laboral.
Debido al impacto que tienen este tipo de delitos en las víctimas, existen una gran cantidad de elementos punitivos que intervienen en estos procedimientos penales. Por este motivo, resulta fundamental contar con un abogado penalista especializado en delitos sexuales, pues son procedimientos de una gran complejidad.
La prueba es un elemento clave en los delitos sexuales, ya que a menudo pueden resultar difíciles de obtener, especialmente cuando el delito ha sido cometido en privado o sin testigos. A continuación, te enumero algunas de las pruebas más comunes en los procedimientos penales por delitos sexuales.
Se utiliza para identificar lesiones, recopilar evidencia física y proporcionar pruebas de contacto sexual.
Pueden ser utilizadas para comparar muestras de ADN del acusado con muestras de ADN encontradas en la escena del crimen o en la víctima.
Proporcionan información importante sobre los detalles del delito, así como sobre el comportamiento del acusado y de la víctima.
Pueden ser utilizadas como prueba para corroborar la versión de los hechos de la víctima o para identificar al acusado.
Se utilizan para evaluar a la víctima o para determinar si el acusado tiene algún trastorno psicológico que pueda haber influido en su comportamiento.