El Código Penal español incluye varios delitos relacionados con las amenazas y la coacción.
Uno de los delitos más comunes es el "delito de amenazas", que se refiere al hecho de amenazar a alguien con la intención de conseguir un fin determinado, como chantajear o intimidar a una persona o extorsionarla.
En este artículo se analiza la definición del "delito de amenazas" en el Código Penal español, así como las posibles penas que pueden imponerse.
El "delito de amenazas" en el Código Penal español se refiere al delito de amenazar intencionadamente a otra persona con violencia u otras formas de agresión.
La amenaza suele formularse con la intención de coaccionar a la víctima para que haga algo que normalmente no haría o para que se abstenga de hacer algo que pretendía hacer.
El Código Penal especifica también que la amenaza debe formularse con la intención específica de coaccionar a la víctima; es decir, el autor debe tener conocimiento e intención del efecto que la amenaza puede causar a la víctima.
Para que exista un "delito de amenazas" en el Código Penal español, la amenaza debe formularse de forma "grave".
El uso de amenazas formuladas de forma jocosa o cómica no constituye normalmente delito.
Además, es importante tener en cuenta que el Código Penal exige que la amenaza se formule de forma "personal" -es decir, que se dirija directamente a la víctima o que se comunique a ésta a través de otra persona.
La pena por un "delito de amenazas" en España es normalmente de prisión por un período de hasta 1 año.
La pena puede aumentar hasta 3 años si la amenaza iba acompañada de la realización de un acto que causara el riesgo inminente de que la amenaza se cumpliera. En los casos en que la amenaza se haya proferido con la intención de obtener una ventaja ilegal o injusta, la pena puede aumentar hasta 4 años.
Es importante que las personas sean conscientes de que cometer un "delito de amenazas" en virtud del Código Penal español puede tener graves consecuencias, incluidas penas de carácter penal como la prisión.
Por ello, el mejor interés de las personas es evitar hacer amenazas de cualquier tipo, ya sea en tono jocoso o en serio.
Además, las personas deben ser conscientes de que la tecnología de la comunicación, como las redes sociales, el correo electrónico y los mensajes de texto, puede utilizarse como prueba contra ellas en un juicio si se les acusa de cometer un "delito de amenazas".
Por tanto, es importante que las personas sean cautas con los tipos de comunicaciones en que participan con los demás.
El "delito de amenazas" es un delito tipificado en el Código Penal español como el acto de proferir amenazas graves y personales de violencia u otras formas de agresión con la intención de coaccionar a la víctima para que cometa un acto o se abstenga de hacer algo.
La pena por cometer un "delito de amenazas" en España puede variar en función de la naturaleza de la amenaza y de las circunstancias concretas del caso.
Por tanto, es importante que las personas conozcan la ley y sean cautelosas con los tipos de comunicaciones en que participan con los demás para evitar las posibles consecuencias legales. En el caso de que necesites asistencia jurídica, resulta fundamental contar con abogados penalistas especializados.
Sánchez, A. C. (2000). El origen histórico del delito de amenazas en España (Doctoral dissertation, UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia).
Barroso, J. L. B. (2011). Derecho Penal Parte Especial y las consecuencias jurídicas del delito en España. Bubok.
Lorenzo Salgado, J. M. (1989). El delito de amenazas: consideraciones sobre el bien jurídico protegido.
